viernes, 26 de noviembre de 2010

Cuando la nevera te da zanahorias.......


Digo yo que habrá que hacer un "carrot cake", y ya puestos, no cualquier "carrot cake". Investigando por la blogosfera descubrí que hay una pastelería en París regentada por una inglesa - una tal Rose y su marido francés, no me acuerdo del nombre de él,  famosa por su pastel de zanahoria llamada "Rose Bakery". Parece que la inglesa es la que lleva los pantalones - así me gusta! Cuando leí que los franceses, acostumbrados a sus macarons y a su pastelería fina hacían cola para probar este bizcochito tradicionalmente americano decidí que tenía que probarlo. Una bolsa de zanahorias olvidadas en la nevera me dieron la excusa perfecta para ello.

El resultado hace justicia a la fama: el bizcocho está jugoso y tiene distintas texturas por los trocitos de nuez que quedan al molerlas sin mucho esmero, pero lo mejor es la cobertura. Muchos de los "cream cheese frostings" que existen llevan nata montada para aligerar la textura. En este caso la nata montada se sustituye por mantquilla y se añade algo de vainilla y un poco de azúcar glas. El resultado es una cobertura mucho más sabrosa que la mayoría - casi diría que es como la nutella: algo que en teoría se come sobre otra cosa: un bizcocho o una tostada, pero que comería a cucharadas.No queda tan mona y tan blanquita como las que llevan nata y como en mi caso la tuve que mezclar a mano y la mantquilla no estaba muy blanda me tiré unos 15 minutos dale que te pego para intentar eliminar cualquier grumito de mantequilla.



Hmmm ahora que lo pienso, si tuviese un kitchen aid la cobertura quedaría sin un grumo y se mezclaría mientras yo recogería tranquilamente la cocina. Resulta que yo que soy completamente anti thermomix y que creo que los de Nespresso nos han vendido a todos la moto con la historia ésta de las capsulitas, estoy ENAMORADA de la kitchen aid. El problema es justificar semejante desembolso. Si lo pienso fríamente no hay nada que haga ella que no pueda hacer yo, pero es tan mona... En mi busca de excusas estoy empezando a pensar que igual si que me facilitaría la vida: mientras bates no recoges, pero si tienes al duendecillo de cocina batiendo, puedes ir recogiendo. Es lógico y cumple todos los lemas de mejora de la productividad: especialización, división del trabajo...Aún así no creo que ni Papá Noël se crea mis justificaciones, así que seguiré pensando en más...
La receta la podéis encontrar aquí.

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