domingo, 25 de septiembre de 2011

Crumble de manzana y nueces

Whole Kitchen en su Propuesta Dulce para el mes de septiembre nos invita a preparar un postre clásico británico: el crumble.






Madre mía, una anglófila autodeclarada y hasta hoy ¡¡nunca había hecho crumble!! A veces viene bien que las propuestas vengan de fuera, porque si no la cosa va por rachas: la racha de los cupcakes, la racha de los dulces con harinas integrales, la racha de las tartas y al final dejas de probar cosas porque se te olvida, o porque simplemente no te han llamado la atención. En el caso del crumble no lo había hecho antes porque lo iba dejando pasar y porque cuando he hecho los coffee cakes estos que llevan bizcocho, fruta y masa de crumble por encima, al final la parte del crumble se queda dura, sosa... Mi hermana de hecho no entiende por qué sigo intentándolo: si siempre te salen mal, déjate de crumbles y de meter frutos rojos en los bizcochos, que luego lo uno se queda duro, lo otro suelta todo el agua y ¡es un desastre!






La verdad es que tiene razón: yo me meto en un blog, veo un coffee cake de estos con frutas del bosque encima del bizcocho y el crumble por encima, y la autora del blog dice que aquello es una experiencia religiosa y yo me emociono, me voy a por las frutas congeladas (que deben soltar más agua todavía que las frescas), me pongo a hacerlo con cuidado y al final SIEMPRE acaba rebosando por los lados. ¡Da igual el molde que use! Empiezo a pensar que los coffee cakes y los macarons son dos de mis grandes asignaturas pendientes.






Por eso cuando vi que este mes el reto era hacer un crumble, me vino como anillo al dedo: un postre fácil (ultimamente ando más bien mal de tiempo), manzanas al borde de la muerte en la nevera y una visita al chino para liberar un móvil de la cual salí sin liberar el móvil, pero con un jueg de 3 moldes tipo pie por 5 euros la mar de resultones. Lo mejor es que el angelito de mi conciencia me forzó a preguntar al chino si los moldes servían para el horno... A ver Ana, de verdad te piensas que a) el chino sabe si sirven o no si casi no sabía lo que costaban y b) ¿te va a decir que no valen si no valen? Ese hombre me habría prometido hasta que me harían el crumble solo, pero por 5 euros me fui encantada.


El resultado de las manzanas, el molde y mi miedo a los crumbles duros y sosos: un crumble de manzana con canela, pasas, algo de ron y una masa de crumble con nueces.









APPLE AND WALNUT CRUMBLE


2 manzanas grande o 4 medianas
50gr pasas
6 cucharadas de ron
200gr harina
100gr mantequilla fría, cortada en cubos pequeños
120gr nueces
90gr azúcar moreno + 2 cucharadas
1 cucharadita de canela


1. Precalentar el horno a 190ºC y engrasar el molde. Cubrir las pasas con el ron.
2. Poner la harina en un bol y añadir la mantequilla, mezclando con los dedos. Moler las nueces y añadir a la mezcla. Finalmente añadir el azúcar. Meter la mezcla en la nevera.
3. Pelar y cortar las manzanas en dados y cocer durante unos 5 minutos con las pasas, el ron y la canela, hasta que ablandemos las manzanas.
4. Colocar la fruta en el molde y cubrir con la masa que sacaremos de la nevera en este momento.
5. Hornear durante unos 25-35 mins hasta que la superficie del crumble esté dorada.




martes, 13 de septiembre de 2011

Una pizca de sal




¿Una pizca de sal como título de una entrada con una tarta de chocolate? Esta chica está fatal...
Puede que esta chica esté fatal, pero os aseguro que unas cuantas pizcas de sal son lo que le da la gracia a esta tarta que es el "superventas" de la archiconocida pastelería-coffee shop de Brooklyn, "Baked". En cuanto me compré el libro el año pasado y me puse a echarle un vistazo, los post-its se movían solos hacia la página del "Sweet and Salty Cake" - aquello parecía la tabla de la güija (no tengo ni idea de como se escribe eso) del mundo dulce. Lo tenía todo: una mega tarta-rascacielos de esas que me gustan a mi de tres pisos, con bizcochos tan oscuros, que casi parecen negros y una cobertura más clara con pinta de pecado capital hecho frosting y unos cristalitos de sal que le dan un toque gourmet.








Si la foto que hay de la tarta en el libro me llamaba la atención, cuando vi en la receta que llevaba chocolate y caramelo con sal, supe que no había escapatoria: ¡tenía que hacer esa tarta ya! Aprovecho para recordarle a todo el mundo que en la lista esa famosa de las cosas que hay que hacer antes de morirse deberían incluir probar el caramelo con sal, porque aparte de ser de las mejores cosas que he probado, hoy por hoy me parece algo más fácil que lo de escribir un libro o tener un retoño....








Los únicos cambios que hice a la receta son de cantidades: volví a sacar a la friki que llevo dentro y la calculadora del cajón y me puse a reducir, porque a menos que quieras dar de comer a 50, hacer una tarta de chocolate de tres pisos y 25cm de diámetro no es tan buena idea. Por eso salen los números tan raros en la receta... Además yo tengo mis mini moldes que caben de una vez en el horno, y me parecen muy cucas las tartas chiquititas. Un día probaré a hacer tres pisos con los moldes estos chiquitines, pero a día de hoy creo que eso más que una tarta, parecería la torre de Pisa, así que sigo con mis modestos dos pisos, que tampoco hay que forzar. Bastante tengo con forrar los bizcochos con la salsa de caramelo y la cobertura y resistir la tentación de comérmelo a cucharadas...(una cucharadita de cada cae por hacer control de calidad)





SWEET AND SALTY CAKE


para los bizcochos de chocolate

56gr cacao en polvo
94gr agua caliente
50gr "sour cream" (nata 35%grasa con unas gotas de limón)
200gr harina
2/3 cucharadita de levadura en polvo
1/3 cucharadita de bicarbonato sódico
1/6 cucharadita de sal
94gr mantequilla
112gr azúcar
75gr azúcar moreno
1 huevo
1/3 cucharadita de vainilla


1. Precalentar el horno a 170ºC
2. Engrasar los moldes.
3. En un bol pequeño mezclar el cacao en polvo, el agua caliente y el "sour cream". D
4. Tamizar la harina, la levadura, el bicarbonato y la sal.
5. Batir la mantequilla a temperatura ambiente durante unos 5 minutos. Añadir los azúcares y batir durante otros 5 minutos. Añadir el huevo y la vainilla y mezclar.
6. Añadir la mezcla de la harina en tres adiciones, alternando con la mezcla del cacao, empezando y acabando con la harina.
7. Verter la masa sobre los moldes y hornear de 25-30 minutos o hasta que un cuchillo insertado en el centro salga limpio.
8. Pasado el tiempo sacar del horno, dejar enfriar y desmoldar.



Para el caramelo con sal

45gr nata
0.4cucharadita de sal
90gr azúcar
1 cucharada de corn syrup
23gr "sour cream"
23gr agua

1. Calentar la nata y la sal hasta que ésta se disuelva.
2. Poner en un cazo el agua, el azúcar y el sirope y calentar hasta que un termómetro marque 180ºC. Dejar enfriar durante 1 minuto.
3. Añadir la nata y el "sour cream" al caramelo batiendo rápidamente y dejar enfriar hasta el montaje de la tarta.




para el ganache montado de caramelo

180gr chocolate negro
135gr nata
90gr azúcar
1 cucharada de corn syrup
180gr mantequilla
23gr agua

1. Calentar la nata en un bol y trocear el chocolate en otro bol.
2. Poner en un cazo el agua, el azúcar y el sirope y calentar hasta que un termómetro marque 180ºC. Dejar enfriar durante 1 minuto. Añadir la nata y remover durante 1-2 minutos.
3. Añadir el caramelo al chocolate troceado y dejar reposar un minuto.
4. Remover esta mezcla hasta que el chocolate quede completamente derretido. Dejar enfriar.
5. Batir la mezcla con el batidor de varillas hasta que el bol esté frío. En este momento, aumentar la velocidad del batidor y añadir poco a poco la mantequilla, batiendo hasta que quede una mezcla homogénea y aireada.



montaje de la tarta

1. Colocar el primer bizcocho sobre una superficie plana, recortar la zona superior en caso de que no sea plana y cubrir la parte superior con la mayor parte del caramelo. En teoría el caramelo se reparte entre el primer bizcocho y el segundo en una tarta de tres pisos, quedando el último sin caramelo. Yo eché la mayoría sobre el primero y algo sobre el segundo. Añadir varias cucharadas del ganache.
2. Colocar el segundo bizcocho sobre el primero, tras haberlo recortado de igual forma que el primero y colocando la parte plana arriba. Cubrir con el caramelo restante y forrar la tarta con el ganache. Ayuda poner una capa fina primero, meterlo en la nevera para que se asiente, y poner la capa final después.





miércoles, 7 de septiembre de 2011

¿Otoño en verano?



En honor a la fashion night out hoy os propongo un bizcocho y unas fotos de lo más otoñales; así me uno al "trend" este de las tiendas que consiste en sacar jerseys de lana y abrigos a finales de julio. Antes se dignaban a esperar a agosto, pero ahora están empezando las rebajas de julio y ya están sacando las cosas para el otoño. Esta gente ¿qué se piensa? ¿que nos han robado toda la ropa de invierno de los armarios y que no podemos esperar a septiembre o a octubre a comprarla?¿que después de tu primer baño en la piscina en julio estás deseando comprarte un jersey de lana con coderas?






Pero son mucho más listos que eso y lo que hacen es ponerte tejidos de verano, que te puedes probar sin sufrir una axfisia mortal, PERO en colores otoñales, o llamémosles de verano tardío. A veces ni eso, porque o soy daltónica o los bikinis "fluor" (forma fashion de decir fosforitos) de la "new collection" de oysho que sacaron en julio otoñales lo que es otoñales...no eran. De hecho yo llegué el 1 o el 2 de julio a oysho emocionada pensando en todos los bikinis que había fichado y que me iba a comprar a mitad de precio y los muy sucios ¡¡¡¡los esconden!!!! dejan fuera los fosforitos estos de la "new collection" por si cuela...¡ pues no! aunque sea por principio, se van a quedar sin venderme bikinis del color de un subrayador a precio normal con el cuento de que son colección otoño-invierno...







Pues eso que estoy indignada con el mundo de la moda porque me engañan. El año pasado en la fashion night out: igual. Aunque aquí las que me engañaron fueron mi hermana y una amiga (las más fashion del grupo). Como saben que para eso soy facilona me dijeron: vente Ana, que hay comida gratis...en un sitio hasta dan macarons. Yo según oí lo de los macarons, ya estaba saliendo de la puerta. Lo cual demuestra que no soy muy lista: ¿te va a regalar vogue y compañía, fieles promotores de las dietas, por no decir anorexia, y de las operaciones de estética, barra libre de comida? Pues no. Así que tres horas después de salir de casa, hechas unas cuantas colas, ingerido un mísero pastelito de mallorca que era mantequilla con colorante, decidí que la menda no volvía a tropezar sobre la misma piedra, por mucha táctica que utilizasen para convencerme.






La verdad es que yo no tropezaré sobre la misma piedra en el sentido figurado, porque lo que es en el literal he descubierto que ¡es mi especialidad! El tonto que inventó ese dicho no tenía mi facilidad para despegar las suelas de los zapatos por la zona delantera. Y una vez se despega con una piedra, el resto de piedras, bordillos y huecos entre baldosines no es que sean difíciles de evitar, ¡es que te los comes todos!









Walnut and Chocolate Banana Bread


3 plátanos maduros
450gr harina
1 cucharadita de bicarbonato sódico
1/4 cucharadita de sal
85gr mantequilla
170gr azúcar
2 huevos
112gr sour cream
224gr chocolate en trozos
170gr nueces


1. Precalentar horno a 180ºC y engrasar un molde de "cake".
2. Machacar los plátanos en un bol.
3. En otro bol, tamizar la harina, la sal y el bicarbonato sódico.
4. En un bol batir la mantequilla y el azúcar. Añadir los huevos gradualmente y el plátano machacado. Remover bien.
5. Añadir la mezcla del harina, alternando con el "sour cream" e dos adiciones, empezando y acabando con la harina.
6. Añadir los trozos de chocolate y la mitad de las nueces.
7. Verter y esparcir la masa en el molde y colocar las nueces restantes por encima. Yo añadí además algo de azúcar...
8. Hornear de 50-60 mins o hasta que un palillo insertado en el centro salga limpio.



sábado, 3 de septiembre de 2011

El "Steak Tartare" de Marta

Aunque el año nuevo empiece en enero, septiembre es el mes de los nuevos propósitos: apuntarte a clases de idiomas, al gimnasio, empezar a practicar algún deporte....En mi caso este propósito viene de antes, pero ahora me voy a obligar a cumplirlo (eso decimos todos): más salado y menos dulce. Para romper la tendencia de las tartas, galletas y demás, eché mano de mi amiga Marta y su famoso tartare. Cuando digo que eché mano me refiero a que llevo dos meses dándole el peñazo para que venga un día a casa y nos enseñe a hacerlo. Ella siempre está dispuesta, pero también hay que agenciarse comensales, así que el domingo propuse el miércoles y no aceptaba no´s como respuesta.




Llegado el día Marta me manda la lista de ingredientes y la receta (me la había mandado ya hace un mes, pero yo, para variar, la había perdido). ¿Tengo alguno? Hombre, alguno si, pero todos definitivamente no, así que como buena profesora se compromete a traer las salsas que tiene a medias en casa que hay que usar y quedamos por la tarde para ir a la carnicería a por el tan preciado solomillo de buey. Para que veáis lo profesional que es Marta (estudió cocina en la carrera), el día del pecado según nos acercamos a su coche, la vemos salir con el bolso lleno de salsa de tabasco, mostaza antigua y, lo que es mejor, ¡¡¡¡con la cartera cilíndrica donde llevan los cocineros sus cuchillos!!!, que obviamente tendrá un nombre "técnico" que desconozco. Yo, como comprenderéis, emocionada perdida, ¡¡me sentía como en top chef!!






Primer capítulo del tartar: comprar la carne y los ingredientes. Según bajábamos a la compra a las 6 o 6.30 de la tarde, Marta, la experta en la materia, no hacía más que meternos prisa a mi hermana y a mi: "que no sabéis lo que es esto, que en cortar a cuchillo toda la carne se tardan dos horas estando dos personas dale que te pego". Yo con la tranquilidad que me caracteriza (y lo mal que calculo los tiempos) estaba tan tranquila: "Marta no seas exagerada, 4 horas en total NI DE COÑA", a lo que mi hermana, conociéndome, señalaba: "Marta, yo estoy contigo, Ana se piensa que en media hora hace una tarta de dos pisos, con frosting incluído y deja recogida la cocina y no lo hace nunca".


Por fin llegamos a la carnicería y respiramos tranquilas al ver que efectivamente, hay lo que buscamos. Calculamos a ojo de buen cubero que para los que somos cogeremos medio kilo y se lo pedimos al hombre. Le decimos que es para hacer tartare para que nos dé un trozo bueno (o eso intentamos),  a lo que él contesta: ah vale, ¿cuántas veces os lo paso? Yo creía que Marta se me moría en ese momento, le puso una cara...como si hubiese cometido el mayor sacrilegio de la historia de la humanidad!! no no, lo vamos a cortar a cuchillo.






No sé si encontramos al carnicero más aburrido de Madrid, o al más dispuesto, pero se ofreció a cortárnosla él. Marta no parecía muy convencida, por no se qué teoría de la oxidación de la carne en función del corte que le das, pero Elena y yo lo vimos claro: 4 horas cortando carne, o que te lo den hecho y como mucho tengas que repasarlo... va a ser que lo segundo. Además, digo yo que si la oxidación depende del tiempo que esté la carne expuesta al oxígeno, cuanto más tiempo tardes en contarla, ¿no se oxidará más? De todas formas yo no me acabo de creer lo de las cuatro horas, porque el carnicero tardaría unos 5 minutos en hacer trizas a medio kilo de carne. Después de ver semejante exhibición, hasta cogimos unas frutas de la pasión para hacer la pavlova de fruta de la pasión que hice en su día y que, al recordarlo, nos comimos entera entre mi padre y yo. (A él le dejé una sexta parte y yo comí el resto...)


Lo que sí que me creo es que dos personas puedan tardar 4 horas en picar todos los ingredientes que hacen falta para el dichoso tartare. Eso de cortar pepinillos en trozos minúsculos es una LOCURA. En serio, esto del tartar me gustó hacerlo porque tenía curiosidad y Marta nos lo explicó todo, pero es una historia muy seria y como va todo crudo y mezclado, ¡parece que no has hecho nada!


Al final hasta hicimos unas tejas de parmesano en el horno rayando queso parmesano sobre un siltpad que también me ha dejado Marta (he dicho ya que esta chica es profesional, ¿no?) y tostamos algo de pan. Entre el tartar y la pavlova de fruta de la pasión, yo creo que nos quedó una cena la mar de lucida y el tartar estaba buenísimo, así que una vez en la vida, por lo menos, hay que hacer un tartar - mejor en compañía, para repartirse el trabajo, pero hay que hacerlo. Para que veáis lo buena que es Marta, no solo nos enseñó y nos trajo todos los utensilios, sino que se trajo hasta la cámara de fotos porque no tenía la mía, así que hoy ¡ella es la protagonista de la novela!





P.S: si leéis la receta, va a ser fácil adivinar quien la ha escrito...


El "Steak Tartare" de Marta


1 Yema de huevo crudo
Una puntita de mostaza “Louit”, estilo antigua
Sal
Pimienta
2 gotitas de Tabasco
3- 4 gotitas de salsa Perrin´s
Chorrito de Brandy
Aceite de Oliva
Vinagre de Vino
120 gr Solomillo de Buey
12 gr de pepinillo picado en Brunoise
12 gr cebolla picada en Brunoise
12 gr de yema de huevo duro picada en Brunoise
12 gr de clara de huevo duro picada en Brunoise
10 gr de Alcaparras picadas en Brunoise
10 gr de Perejil picado


Realización


Antes de preparar el Steak Tartare, tenemos que picar minuciosamente y nosotros mismo con el cuchillo carnicero el Solomillo de Buey, muy, muy bien picado.

Se pone en un plato hondo encima de un bol con hielo pilé con la yema de huevo crudo y la batimos muy bien. Se añade una puntita de mostaza y se mezcla bien.
Añadimos la sal y pimienta al gusto del consumidor teniendo en cuenta la cantidad de carne que vamos a poner.
Añadimos las gotas de salsa Perrin´s, Tabasco y el Chorito de Brandy y removemos.
En la misma mezcla añadimos Un chorrito de Aceite de Oliva y un poco de Vinagre de Vino.
Cuando tengamos todos estos ingredientes mezclados de manera homogénea, añadimos la carne del solomillo. La mezcla siempre se debe de hacer con dos tenedores, ya que la carne la vamos a comer cruda y no conviene que la toquemos con las manos después de haberla cortado.
Cuando la salsa esté bien mezclada con la carne añadiremos el resto de ingredientes hasta tenerlo todo bien mezclado.

Una vez que tengamos todo preparado cogemos un molde y podemos la carne para servirlo. Se puede acompañar con Tostas con mantequilla o con lo que más nos guste.