martes, 31 de mayo de 2011

Un placer no culpable

Dos recetas seguidas sin un gramo de mantequilla....y juraría que no tengo fiebre....Debe ser que el otro día me probé un bikini y me rendí a la evidencia: puede que antes del 40 de mayo no haya que quitarse el sayo, pero la operación bikini habría que haberla empezado ya y yo estaba hasta antes de ayer (y probablemente mañana vuelva) venga a hacer tartas de 3 pisos de chocolate, nueces, caramelo y demás ingredientes recomendados por cualquier entrenador personal.





La ensalada del otro día todavía llevaba bacon, pero el "cake" de hoy, si se puede llamar cake ¡es todo un descubrimiento! No lleva mantequilla, solo lleva dos cucharadas de harina - y encima integral y lleva azúcar moreno, y aún así es de los mejores bizcochos/pasteles/cakes de zanahoria que he probado en la vida. No sé si llamarlo cake porque tiene una textura muy suave, jugosa y esponjosa - de hecho lo veo más bizcocho de merienda o de postre que de desayuno. Más que nada porque como lleva tan poca harina, para desayunar te tomas la mitad y ni te enteras....






Lo descubrí un día en un blog que me encanta: Just a little bite y me apunté la receta y compré las zanahorias, pero cuando también lo vi en otro blog que también me gusta mucho,  Las Recetas de Piluka, ya vi que no había escapatoria: había que probar el "cake-chollo": chollo porque está buenísimo y te lo comes sin sentirte culpable para nada. Animo a todo el mundo a que lo haga porque es fácil, sano y el que lo pruebe, sin saber lo que lleva, nunca adivinaría que es light. Si encima lo comes con algo de azúcar glas espolvoreada por encima....¡está que te mueres!








La receta la tenéis aquí o aquí.



sábado, 28 de mayo de 2011

Porque no solo de dulces vive el hombre...

... de vez en cuando hay que comer algo de verde. Pero como tampoco hay que pasarse, hay que alegrar al verde con algo de bacon, un huevo a la plancha y una vinagreta de aceite y mostaza a la antigua, de esta que tiene los granitos de mostaza. Al romper el huevo, se mezcla la yema con el aceite y la mostaza y ¡la cosa parece algo! Por algo dirán los cocineros que la yema de huevo es la mejor salsa del mundo. Poner receta para esta ensalada me da hasta vergüenza, porque es cuestión de usar lo que hay en la nevera, pero bueno.. Por eso la mía, sin cantidades fijas es eso: un apaño de lo que tenía en la nevera.




Ya sé que todo el mundo conoce de sobra a Adele, pero por si acaso alguien no ha escuchado esta joyita, aquí os la dejo. Encima la canta en directo... a mí me tiene alucinada. De hecho mis pobres vecinos son las víctimas de mis obsesiones musicales. Canción que me gusta, canción que se puede tirar sonando en modo "repeat" días, semanas... y ahora le ha tocado el turno a esta. Y si solo sufrieran a Adele cantando la misma canción día tras día, no creo que pudieran tener quejas, lo malo es cuando me da a mi por sacar la "diva" que llevo dentro y me pongo a desgañitarme por toda la casa. Solo me falta el bote de desodorante a modo de micrófono. De pequeña tengo que reconocer que lo hacía, pero se ve que en algo he madurado....






miércoles, 25 de mayo de 2011

Clafoutis de chocolate y cerezas

Whole Kitchen en su Propuesta Dulce del mes de mayo nos propone preparar un clásico de la cocina francesa, Clafoutis. La verdad es que siempre acabamos haciendo platos clásicos de la repostería francesa.... pero es que o haces donuts, brownies y cupcakes, o haces clásicos franceses... Nunca había hecho un clafoutis antes y la verdad es que me ha sorprendido gratamente. Como uno de los "mejores amigos" de las cerezas es el chocolate, enseguida me decanté por esta opción. Lo que no tenía tan claro hace unas semanas era lo de encontrar cerezas decentes en el supermercado a estas alturas del año, pero afortunadamente, el otro día ahí estaban. Y si en la tarta del otro día mi cruz fue pelar las nueces, ahora ha sido deshuesar las cerezas...






¡Las cerezas son peores que la sangre! Fijo que mato a alguien en plan "Jack el destripador" y me mancho menos. Y lo peor es que lo sé y aún así vuelvo a las andadas cada vez que me toca deshuesarlas. Pero es que lo de los guantes no me gusta ni para fregar con agua hirviendo. Y para quien piense que con lavarse las manos vale... el morado se quitará, pero ahora parece que llevo sin lavarme mes y medio porque todos los contornos de las uñas, cortes y arañazos los tengo negros...




Últimamente todo me destiñe: ¡cada día aparezco de un color! Hace poco compré una falda verde larga de zara como regalo de cumpleaños de mi hermana y, obviamente la estrené en cuanto pude: al día siguiente para ir a trabajar. Bueno, más bien el día de su cumpleaños, porque yo soy tan ansiosa que siempre le acabo dando los regalos antes de tiempo... Pero que conste que esto de estrenar regalos ajenos lo hacemos las dos, así que no estaba rompiendo ningún código de honor femenino ni nada por el estilo.

Bueno, pues el día en cuestión, a las 9 de la mañana ( entro a las 7...) empecé a notar un color raro en las manos, que para las 11 y, a pesar de lavármelas unas 5 o 6 veces, era decididamente verde. En este punto pensé lo que cualquiera pensaría: madre mía, si tengo las manos así, cómo tendré las piernas o, mejor aún, el culo! Pues si, la verdad es que me podían haber usado para asustar a los niños en navidad, porque para cuando llegué a casa, por la tarde,  parecía el Grinch.




Volviendo al tema del clafoutis: me ha gustado mucho: tiene un sabor intenso a chocolate, pero lo mejor son las partes en las que te encuentras los trozos de cerezas jugositas...Además la casa huele a gloria mientras el invento está en el horno y se hace en nada. De hecho yo diría, como el Comidista, que es una receta para marixoxos.





Por cierto, el papel que sale en las fotos, en lugar de la típica fuente mona es fruto de
     a) que no tengo esa típica fuente mona de horno para esto.
     b) mi obsesión con Jamie Oliver. En casi todos sus programas de la serie  "Jamie´s 30 Minute Meals", el muchacho aparece todo emocionado con un nuevo truco para que el papel de hornear se ajuste mejor al molde de turno: lo moja, lo espachurra y lo escurre.
Así que a) me dió la excusa perfecta para probar el truco del maestro y hasta me gusta el "look rústico" que le da al clafoutis...



domingo, 22 de mayo de 2011

German Chocolate Cake

Últimamente me ha dado por las tartas altas, y ¡cuanto más altas, mejor! Lo malo es que luego hay que transportarlas y,  para que se muevan lo menos posible, acabo pinchándolas con una pajita cual cirujano. Además cuando me toca llevar una de estas tartas en coche, el gran Murphy (el único sabio que me parece sabio de verdad) entra en acción. Hasta el conductor más pacífico del mundo saca el Kimi Raikkonen (sí, lo he tenido que mirar en la Wikipedia, porque de ortografía del país de dónde sea el muchacho éste no voy muy bien) que lleva dentro y pisa baches y socavones que yo juraría que antes no había, pega frenazos para evitar atropellar a la viejecita con el bastón que, como va a lo suyo, cruza con el semáforo en rojo, etc, etc.  Eso se traduce en que yo contribuyo a que el coche parezca un carrito del parque de atracciones con mis gritos y mis malabarismos.







Todo esto teniendo en cuenta que solo soy capaz de transportar las tartas estas porque una amiga de mi hermana fue un día a Ikea y nos compró una tartera que es del tamaño de... un fregadero. El día que la vi aparecer en casa con semejante tarterón me quedé de piedra, y eso que yo sonrío con CUALQUIER regalo, me guste o no, pero aquella tartera me dejó atónita. Ahora no sé qué haría sin ella y hasta la he bautizado: es "La madre de todas las tarteras" y se ha subido en más coches y ha visitado más casas que un cartero. Voy a coger complejo de abuelilla, todo el día con la tartera acuestas.







La tarta de hoy es una que llevaba queriendo hacer desde que me llegó el libro "BAKED: New Frontiers in Baking", me puse a ojearlo y vi este pedazo de tarta de tres pisos espectacular con un relleno atípico subida a un pedestal. Normalmente lo que hago es hacer estas monstruosidades de tartas de dos pisos en lugar de tres y en un molde más pequeño, porque haciendo la receta original salen unas tartas de 3 kilos y mi hermana me acaba echando la bronca y diciéndome que no quiere ver más tarta en casa: una vez probada, que la reparta como sea. Claro, con 3 kilos de tarta, me da para alimentar a todo el edificio, pero todavía no estoy tan mal como para ir regalando trozos de tarta de puerta en puerta. Es que realmente esto de hacer un blog de dulces tiene sus complicaciones: mi madre me dice que para no coger 10 kilos que haga lo que quiera, que ella ya lo repartirá. Pero claro, una vez que lo haces lo suyo es probarlo y, si lo pruebas, normalmente te quedas con ganas de más. Y lo suyo también es cortar un trocito para hacer una foto en la que se vea cómo queda la tarta, pero regalar una tarta a la que le falta un trozo....como que es un poco cutre...

Por eso, las hago  cuando las puedo llevar a algún sitio y reducir su tamaño. Pero cuando me puse ayer a pasar de tazas a gramos la receta esta, la foto de la otra cara me estaba llamando y no hacía más que decirme: tres pisos, tres pisos, tres pisos, así que al final hice caso a la voz, aún sabiendo que para hacer tres bizcochos tendría que hacer dos hornadas porque mi horno es pequeñito. Hechos los tres bizcochos vuelve a entrar en juego Murphy porque recibo un mail diciendo que la barbacoa, para la que estaba haciendo la "gochada de tarta", que es como la he empezado a llamar, se ha cancelado. ¿Ahora cómo me deshago yo de semejante tartón? Porque no estoy dispuesta a ir a todos sitios con mi tartera repartiendo trocitos... Lo que está claro es que a todo el que vea hoy le cae un trozo de "tarta gocha", así que igual en el fondo, no hay mal que por bien no venga.


Esta tarta acabó siendo más alta que ancha y realmente lo que más tiempo lleva es pelar las dichosas nueces, que además te dejan las manos llenas de cortes - igual eso me pasa solo a mí que soy un poco patosa y tengo propensidad a los golpes/arañazos/cortes y demás. Para que os hagais una idea, me tropiezo hasta metiendo un pie dentro de la pierna del pantalón de la pierna contraria y de pequeña me dedicaba a romper las mangas de todas las camisetas al engancharlas en los pomos de las puertas de toda la casa, por no hablar del día que la cremallera del pantalón se me quedó enganchada de la mochila de un chico en la cafetería de la escuela... ¡De hecho estoy segura de que si intentase hacer todas esas cosas queriendo, no me saldrían!
Esta tarde por fin he probado la tarta y creo que me equivoqué al pasar de tazas a gramos con el coco rallado y eché demasiado, porque el relleno estaba demasiado denso para mi gusto, y estos bizcochos piden algo más jugoso. Además en lugar de usar leche evaporada usé nata, que había leído en un blog que era un posible sustituto de la leche evaporada, así que no sé si eso ha tenido algo que ver también en la consistencia del relleno, pero llega un punto en el que no se puede tener de todo, y ya me ha tocado comprar cosas de lo más "raras". A mi hermana le ha tocado buscado ruibarbo por TODAS las fruterías de Madrid y le han llegado a decir hasta que aquello no era una fruta sino un pescado....  y yo juraría que el día que fui a comprar leche en polvo para otro invento de estos, la cajera del supermercado me miró con cara de: hija, se te han olvidado los pañales, están en el pasillo de la derecha. Ahora entiendo por qué la siguiente vez que fui, me da todo decidida los puntos y yo pregunto ¿estos puntos para qué son? A lo que América Lucrecia me contesta: para un balón de fútbol, y yo: ¿y para qué quiero yo un balón de fútbol? y América Lucrecia me dice todo decidida: para sus hijos! A ver, América, si el otro día compré leche en polvo no creo que estén ya en edad de jugar al fútbol!!





lunes, 16 de mayo de 2011

La importancia del número pi

El otro día una amiga del trabajo me pidió la receta del brownie (éste) que es incluso mejor que los donettes: si lo repartes ¡te salen amigos por todas partes!. Le pasé la receta y me dijo que no sabía si su molde era del tamaño del de la receta, a lo que yo contesté: no pasa nada, calculas la superficie de tu molde, la del de la receta, divides la pequeña por la grande y multiplicas los ingredientes por la fracción que te sale. A mí me pareció una contestación de lo más normal, pero,  por su cara, vi que ella estaba arrepintiéndose hasta de haberme preguntado y efectivamente me contestó: ¡ayy eso me pasa por rodearme de ingenieros frikis!. Yo, todo convencida, le dije que no era contestación de ingeniera, sino de persona con sentido común y me propuse demostrárselo, así que al llegar a casa pregunté a mi hermana y mi madre y, muy a mi pesar, coincidieron con mi amiga.






Aún así, yo no desistía y, como buena Aries cabezota que piensa que tiene razón, seguí preguntando a diestro y siniestro si esto era algo lógico o cosa de frikis y digamos que las respuestas no fueron las esperadas.... Me han llegado hasta a decir que no todo el mundo sabe que el área de un círculo es πr2, con lo cual, cómo para ponerse a encima calcular las proporciones... Vamos, que a nadie le ha convencido mi teoría de que para que el brownie te quede con la consistencia perfecta, con la proporción justa de zona jugosa y zona crujiente, tiene que tener el mismo espesor que el de la receta, ni la de que en las tartas de varios pisos también importa la altura de los bizcochos y la proporción de relleno/cobertura-bizcocho...




Por eso, aún asumiendo el calificativo de friki, que no me importa lo más mínimo asumir (con eso de ser fan de "El señor de los anillos", haber leído unas cuantas sagas de fantasía, y haber visto star wars unas cuantas veces, ya me lo tengo más que merecido), os hago la misma pregunta que llevo haciendo unas cuantas semanas al personal: ¿ Es lógico calcular el área del molde que vas a utilizar para calcular la proporción de los ingredientes que tienes que utilizar?. Por favor, que alguien conteste que siiiiii.  En realidad lo de que es lógico ya me han admitido que lo es, lo que no me admite nadie es que es lo que haría todo el mundo...


Hoy ha tocado sacar la calculadora para hacer tiramisú. Está muy visto y es muy fácil, pero está tan bueno que cada vez que voy a un italiano lo acabo pidiendo y el otro día compré una tarrina de mascarpone que lleva llamándome a gritos toda la semana para que haga algo con ella. Así que he buscado la receta más clásica que he encontrado, la del libro de recetas "La cuchara de plata", que está en mi lista de futuras compras y el resto es historia.


Las que pronto van a ser historia son las tacitas de tiramisú que tengo en la nevera, porque, con el olor que tengo en las manos de café y chocolate, no sé si seré capaz de aguantar las 3 horas de nevera de rigor. Lo he puesto en tacitas por dos razones: la primera porque como la tarrina de mascarpone era de 250gr y no de 400gr, no he encontrado en casa un molde lo suficientemente pequeño para montarlo y la segunda es que no me hacen ninguna gracia  las tartas/tiramisús y demás presentados en los pirex estos rectangulares de gratinar canelones.

 

sábado, 14 de mayo de 2011

Pancakes




Desde que hace unos meses vi a mi querido Jamie Oliver haciendo pancakes con sus niñas, más bien enseñando a sus niñas a hacer pancakes, he tenido ganas de hacerlos. En general son la cosa más fácil del mundo y, tal y como los hace Jamie, más aún, así que si dos niñas de menos de 10 años pueden hacerlos ¡nadie tiene excusa!






Además son tan rápidos que los puedes hacer hasta para desayunar: yo siempre había pensado que los desayunos americanos estos con las tortitas, el bacon y los huevos eran una leyenda urbana o una forma de explotar a la madre que se tiene que levantar 3 horas antes que los niños todos los días para que cuando las fierecillas bajan por las escaleras de madera antes de ir al cole tengan el zumo, el colacao/café o lo que se tercie preparado, junto a los huevos, el bacon, las tortitas y los gofres. ¿y para qué? Para darle un mordisco a la tortita sin echarle ni sirope de arce ni nada por encima y decir: mamá, me voy que en el colegio tenemos follón y tengo que llegar pronto.. ¡Venga hombre! Soy yo la madre y en esas tres horas me habría dado tiempo a instalar esposas en los reposa brazos de las sillas para que de esa mesa no se levantase ni Dios hasta que no se hubiesen acabado los frutos de mi trabajo! A lo que iba es que son tan rápidos que no te hacen falta esas tres horas: en 3 minutos has hecho la masa y luego en la sartén se hacen a toda pastilla, así que todo son ventajas. Y con sirope de arce por encima...mmm están que te mueres de buenos.







Éste es el vídeo famoso de Jamie: se me cae la baba con este vídeo: ¿cómo son de monos los tres, el cobertizo este que tienen lleno de guirnaldas de papel, etc? La única pregunta que me queda es: ¿eres del team Poppy o del tam Daisy? ¡Porque del de Jamie somos todos!







Al final la receta que hice hoy es otra de pancakes americanos que aparece en su página porque lo de la pera hoy no me apetecía y sin la pera no sabía si saldrían demasiado finos y crêpes ya hicimos en su día así que hoy no tocaban...



  

sábado, 7 de mayo de 2011

La tostada de mantequilla y mermelada que comía la reina Victoria de Inglaterra


Ultimamente parece que la forma de enterarse, por lo menos en Madrid, de si es fin de semana sin tener calendario es mirar al cielo: si llueve es sábado, domingo o viernes por la tarde, mientras que si hace 27º y un sol espléndido, es martes, son las tres de la tarde y te toca volver  a trabajar...Conclusión: a mi este tiempo me está tocando un poco...la moral!




Pero como dicen que al mal tiempo buena cara, habrá que hacer como mis amigos los ingleses: sacar la tetera, el acento inglés y a disfrutar de una merienda a lo Elizabeth Bennet en Pride and Prejudice. Falta Mr Darcy, pero por ahora habrá que conformarse con un Victoria Sponge con Buttercream de Naranja y Frambuesas. Lo malo es que a este paso, como cada vez que llueva me dé por arrasar con la mantequilla que tengo en casa... esto más que operación biquini va a parecer misión imposible!




 El bizcocho es, probablemente uno de los más fáciles de mi repertorio y de los que más hago. Además aparece en centenares de libros, pero yo como buena anglófila  fiel a mi querida Nigella, hago la versión que aparece en su primer libro: "How to eat". La receta es ridícula: son dos líneas de instrucciones, pero gracias a los ingredientes (probablemente a la cantidad de mantequilla y la esencia de vainilla), salen unos bizcochos ligeros, sabrosos y PERFECTOS. Es la típica receta "chollo": 1% trabajo, 99% satisfacción, no como esas que tienen una infinidad de pasos, en las que ensucias 3 boles, 4 platos y no sé cuántas cosas más, para que luego la cosa no salga como en la foto... Esas recetas me ponen de mal humor, pero ésta, ésta es UNA JOYA. De hecho, con el miedo que le tiene la mayoría de la gente a la repostería, todo el no iniciado en el arte se pensará que has tardado tres horas en hacer la tarta cuando, en realidad la has hecho en 10 minutos!




Al hacer el buttercream ni he medido las cantidades, ni he seguido ninguna receta: he puesto un poco de mantequilla en un bol, lo he mezclado con azúcar glas y rayadura de naranja, con lo cual mi Vistoria Sponge es, más bien, una tostada con mantequilla y mermelada refinada (lo suficiente como para que le pusieran el nombre de una reina). Se ve que las reinas de aquella época pasaban del pan bimbo y solo desayunaban bizcochos con su nombre...





 Para completar el ambiente "british" os dejo una canción de otra de mis cantantes favoritas: Laura Marling, una chica prodigio inglesa que sacó su primer disco a los 17 o 18 años. Esta canción la canta con el cantante de Mumford and Sons y creo que es del segundo disco.









Victoria Sponge


225gr harina
225gr azúcar
225gr mantequilla a temperatura ambiente
2 cucharaditas de levadura en polvo
1 cucharadita de extracto de vainilla
4 huevos
2-4 cucharadas de leche entera.



1. Precalentar el horno a 180ºC y engrasar dos moldes de 21cm de diámetro.
2. Echar todos los ingredientes, excepto la leche en el "food processor" y mezclar. Añadir la leche y volver a mezclar.
3. Dividir la masa entre los dos moldes y cocer durante unos 25 minutos, hasta que un palillo que insertemos en el centro salga limpio.





domingo, 1 de mayo de 2011

Al rico helado!



Hace unos años pensaba que hacer helado en casa era cosa de profesionales: que habría que tener una mega máquina de 600 euros o algo así, pero el año pasado descubrí las heladeras sencillas y pedí una por mi cumpleaños. Desde entonces parezco publicista de la máquina. Me pasa con todo lo que me gusta: si me gusta un libro, una película o una canción se lo cuento a TODO el que conozco como si me llevase una comisión por incremento en las ventas. Pero es que en un mundo de electrodomésticos inútiles la heladera es una GRAN compra: las venden por unos 50 euros y te evitas viajes al vips a horas intempestivas porque se te ha antojado un helado de lo que sea!





Con las de 50 euros funciona mi querida "excusa de la amortización" (mi excusa para comprarme un electrodoméstico sin sentirme culpable): a 5, 6 o incluso 7 euros la tarrina de Ben & Jerrys, Häagen Dazs y compañía, en cuanto haces unas cuantas tandas de helado (sale más del medio litro tacaño de las tarrinas esas), ¡¡ya la has amortizado!!

Por cierto, hablando de cantidades, lo de las tarrinas de helado de 5 kilos que salen en las pelis americanas y que la pobre despechada tiene que llevar a dos manos desde el congelador hasta el sofá porque con una no podría ni Lebron James, donde la espera "Love Actually" o algo similar, ¿son una leyenda urbana o son de verdad?. Porque yo si existen quiero una, y cuando acabe el helado, ¡disecaré el recipiente y lo usaré como artículo de decoración!. Que a mí que soy de comer helado con cuchara grande (comer helado con cuchara pequeña es incluso peor que beber vino en vaso de plástico), las de medio litro me cunden más bien poco.


Me voy a centrar en los helados de hoy. Todavía tengo que probar a hacer combinaciones "gochas" del tipo: helado de vainilla con trozos de chocolate, chocolate fundido, trozos de galleta y churretones de caramelo, pero como la casa no se empieza por el tejado, habrá que empezar con una buena receta básica de helado de vainilla, y ¿quién mejor que David para eso? La que también probé hace unos meses fue la de helado con bacon confitado que aparece en la página de David y la tengo que volver a hacer porque el bacon confitado debería estar prohibido y venderse en el mercado negro: ES UNA LOCURA - menos mal que hay mucha gente que no lo ha descubierto... De todas formas, la siguiente vez que la haga, en lugar de cortar las tiras de bacon crujiente en trocitos y echarlos al helado, haré el helado y le pondré un chip de bacon confitado por encima - mmmm


El segundo helado de hoy - en tiempos de crisis no solo los supermercados hacen 2x1 - es uno de mis favoritos: el de "Strawberry Cheesecake", adaptado de esta página. Cualquiera que no tenga heladera, que salga YA a comprársela, que por 50 euros puedes hacer en casa, y con las combinaciones que quieras, helados para hacerle la competencia a Häagen Dazs y compañía y encima son fáciles de hacer (vale, cocer al baño maría removiendo hasta que la mezcla se espesa lo suficiente es un poco coñazo, pero lo mejor es que lo haces un día que tienes tiempo, lo congelas y ¡tienes helado para rato!)

Bueno, tengo que reconocer que, aún con heladera, sigo haciendo viajes al vips y el otro día probé un helado de galletas "speculoos" que te puedes morir de bueno, así que lo siguiente será hacer galletas speculooos y un helado con ellas...





Y por si no se os ha quedado ya un buen sabor de boca, una canción que, sí, descubrí gracias a Glee y no me da vergüenza reconocerlo: "Turning Tables" de Adele: es preciosa y madre mía cómo canta esta mujer... 






Helado de vainilla

250ml leche entera
una pizca de sal
150gr azúcar
1 vaina de vainilla
500ml de nata (35% mat. grasa)
5 yemas de huevo
1 cucharada de extracto de vainilla. Yo no lo eché porque ya llevaba la vaina..


1. Calentar la leche, la sal y el azúcar en un cazo. Extraer las semillas de la vaina de vainilla e incorporarlas, además de la vaina vacía, a la leche. Cubrir, retirar del fuego y dejar infusionar durante una hora.
2. Verter la nata en un bol colocado encima de otro bol con agua fría y hielo.
3. En otro bol batir las yemas de huevo. Recalentar la leche. Añadir la leche a las yemas, poco a poco y removiendo con un batidor constantemente. Devolver la mezcla al cazo y cocer a fuego lento, removiendo, hasta que la mezcla tenga la consistencia suficiente para cubrir la parte trasera de la cuchara.
4. Colar esta mezcla sobre la nata, remover hasta que se enfríe la mezcla, añadir el extracto de vainilla y refrigerar, preferiblemente durante al menos 12 horas.
5. Verter la mezcla dentro de la heladera y seguir las instrucciones del fabricante.







Helado de Strawberry Cheesecake

480ml de "half-and-half": mitad del volumen de nata y mitad de leche
1/2 vaina de vainilla o 1/2 cucharadita de extracto de vainilla
115gr de queso philadelphia
60gr de yemas de huevo
130gr azúcar
fresas cortadas en trozos (cantidad al gusto)
trozos de galleta digestive


1. En un cazo a fuego medio-alto, hervir la mezcla de nata y leche con la vaina de vainilla. Retirar del fuego, extraer la vaina de vainilla, extraer las semillas e incorporar a la leche y la nata.
2. Mientras tanto, en un bol mezclar el queso, las yemas y el azúcar y batir durante unos dos minutos.
3. Poco a poco añadir a esta mezcla la de leche y nata caliente, removiendo constantemente para que no se cuaje.
4. Calentar la mezcla resultante al baño maría hasta que espese lo suficiente como para cubrir la parte trasera de la cuchara con la que se remueve.
5. Inmediatamente retirar la mezcla del fuego y remover para enfriarla. En este punto añadir el extracto de vainilla si se emplea en lugar de la vaina de vainilla. Añadir los trozos de fresas.
6. Refrigerar durante, al menos, 12 horas.
7. Pasadas las 12 horas,  verter la mezcla dentro de la heladera, añadiendo trozos de galletas digestive y seguir las instrucciones del fabricante.