martes, 30 de noviembre de 2010

Yo como los supermercados...

....este año empiezo con temas navideños un mes antes de tiempo, pero como se trata de galletas-adorno para el árbol de navidad, el adelanto es hasta lógico. Así que fuera el espumillón y las bolas espejo! Lo que no es lógico es que si son adornos para el árbol, ¿porqué no sale el árbol en ninguna foto? Pues porque todavía no lo he montado y las galletas éstas cuanto más duras se queden antes de colgarlas, menos tentaciones para la fauna local! o sea las posibles hormigas y básicamente una servidora. 

A falta de árbol he sacado mi lado más artístico y me he puesto a hacer fotos como loca en todos los sitios que se me ocurrían. Vamos, que si viene cualquier persona normal a casa y me ve dando vueltas con un plato de galletas, lazos, bandejas, cámara de fotos y demás aparataje hasta encontrar "la inspiración" me manda derechita al manicomio!




Aunque esto de hacer galletas para decorar el árbol de navidad pueda parecer (o ser) el colmo de la cursilería y un "revival" de los regalos del día de la madre a base de macarrones y pinturas de colores, resulta entretenido y con lo monas que son, una puede resistirse a caer en la tentación de los adornos de zara home. Lo de la venta de adornos navideños la verdad es que no me cuadra: o la gente tira el árbol, todas las bolitas y el espumillón cada año, o ni crisis inmobiliaria ni nada: en España parece que millones estrenan casa y árbol cada año. Si no es así no entiendo tal cantidad de mercancía....

Hablando de adornitos, en Madrid ya han puesto las luces en las calles y otra vez estamos con la historia de siempre: a comprar luces nuevas, a mover las antiguas a otras calles.. ¿no estábamos en crisis? Además, si las que compran nuevas son como las de Serrano, o incluso las de Goya, pues bueeeno, porque son muy alegres, pero por favor señores que alguien me explique lo que cuelga de los árboles en Ortega y Gasset!! ¿Hanibal Laguna ha pagado para que le dejen poner esos adefesios de lámparas de araña unidas con espumillón (momento años 80 donde los haya)? En fin, el año que viene voy a mandar una carta al ayuntamiento proponiendo cualquier cosa a ver si me gano unos eurillos.





 


La receta de las galletas aparece en "How to Eat" de Nigella. Ya sé que soy un poco pesadita con las recetas de Nigella, pero no creo que Martín Berasategui & co se dediquen a hacer galletas para decorar el árbol de navidad. En la receta viene un glaseado a base de agua y azúcar glas, pero yo lo cambié por un "royal icing". ¿Se dirá glaseado real? Es que suena a traducción de película de disney de los 90 (tempranos).

Me encanta el blanco nuclear de este glaseado, además es muy fácil de hacer y de esparcir y queda bastante profesional - todo ventajas. Cuando se seca, se endurece, como el que llevan algunas rosquillas que se venden en las pastelerías tradicionales. Si las queréis poner en el árbol ya sabéis: agujerito, lacito y listo!!
Al llevar canela, azúcar moreno y huevo no son las típicas galletas de mantequilla que se derriten en la boca; entran más en la categoría de galletas crujientes, que con el café de por la mañana vienen muy bien.
RECETA: (yo hice la mitad de cantidad porque las recetas de galletas deben estar pensadas para dar de merendar a gusto a una clase de 30 niños)

Galletas:
300gr harina
una pizca de sal
1 cucharadita de levadura
1 cucharadita de bicarbonato sódico
1 cucharadita de canela
100gr mantequilla
100gr azúcar moreno
2 huevos
60gr de "golden syrup"

1. Precalentar el horno a 160ºC.
2. Introducir todos los ingredientes, menos los dos últimos en el vaso del minipimer y pulsar hasta que queden mezclados.
3. A continuación añadir los ingredientes restantes y volver a pulsar hasta que se forme una masa fácil de manejar. Queda un poco pegajosa, pero eso no es un problema; es para que pueda absorber harina al extender la masa y cortar las galletas.
4. Extender la masa hasta un grosor de medio centímetro y cortar las galletas.
5. Hornearlas de 12-20 minutos, hasta que se doren los bordes.
6. Colocar sobre una rejilla y dejar enfriar.

Glaseado:
350gr azúcar glas
2 claras de huevo
unas gotas de zumo de limón

1. Batir el azúcar glas y las claras de huevo con un batidor de varillas durante un minuto
2. Añadir las gotas de limón y batir hasta que adquiera la consistencia deseada  (no suele hacer falta batir mucho más).


Por cierto, en el próximo capítulo de "Ana´s Christmas Kitchen": intento de roscón de reyes! Si no me sale con semejante explicación, dimito!!!

viernes, 26 de noviembre de 2010

Cuando la nevera te da zanahorias.......


Digo yo que habrá que hacer un "carrot cake", y ya puestos, no cualquier "carrot cake". Investigando por la blogosfera descubrí que hay una pastelería en París regentada por una inglesa - una tal Rose y su marido francés, no me acuerdo del nombre de él,  famosa por su pastel de zanahoria llamada "Rose Bakery". Parece que la inglesa es la que lleva los pantalones - así me gusta! Cuando leí que los franceses, acostumbrados a sus macarons y a su pastelería fina hacían cola para probar este bizcochito tradicionalmente americano decidí que tenía que probarlo. Una bolsa de zanahorias olvidadas en la nevera me dieron la excusa perfecta para ello.

El resultado hace justicia a la fama: el bizcocho está jugoso y tiene distintas texturas por los trocitos de nuez que quedan al molerlas sin mucho esmero, pero lo mejor es la cobertura. Muchos de los "cream cheese frostings" que existen llevan nata montada para aligerar la textura. En este caso la nata montada se sustituye por mantquilla y se añade algo de vainilla y un poco de azúcar glas. El resultado es una cobertura mucho más sabrosa que la mayoría - casi diría que es como la nutella: algo que en teoría se come sobre otra cosa: un bizcocho o una tostada, pero que comería a cucharadas.No queda tan mona y tan blanquita como las que llevan nata y como en mi caso la tuve que mezclar a mano y la mantquilla no estaba muy blanda me tiré unos 15 minutos dale que te pego para intentar eliminar cualquier grumito de mantequilla.



Hmmm ahora que lo pienso, si tuviese un kitchen aid la cobertura quedaría sin un grumo y se mezclaría mientras yo recogería tranquilamente la cocina. Resulta que yo que soy completamente anti thermomix y que creo que los de Nespresso nos han vendido a todos la moto con la historia ésta de las capsulitas, estoy ENAMORADA de la kitchen aid. El problema es justificar semejante desembolso. Si lo pienso fríamente no hay nada que haga ella que no pueda hacer yo, pero es tan mona... En mi busca de excusas estoy empezando a pensar que igual si que me facilitaría la vida: mientras bates no recoges, pero si tienes al duendecillo de cocina batiendo, puedes ir recogiendo. Es lógico y cumple todos los lemas de mejora de la productividad: especialización, división del trabajo...Aún así no creo que ni Papá Noël se crea mis justificaciones, así que seguiré pensando en más...
La receta la podéis encontrar aquí.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Gracias señor cerdo y Teddy Thompson

La verdad es que no me decido: no sé cuál de sus hijos me gusta más: el jamón serrano o el bacon. Como española que soy debería decantarme por el jamón pero el bacon es mucho bacon. Para empezar está el olor. ¿A quién no se le hace la boca agua con el olor del bacon friéndose? Porque soy muy fiel a mi chloé, que sino mandaría una carta al señor Puig para proponerle hacer una colonia de bacon. Marc Jacobs las ha hecho de galletas, y sisley tiene alguna que huele a abono caro, ¿porqué no a bacon? Luego está el pequeño detalle del precio: el bacon, obviamente es mucho más barato y lo eches donde lo eches, todo sabe mejor: unos guisantes: saben mejor; un estofado: sabe mejor; una salsa boloñesa: sabe mejor, un helado: sabe mejor. Lo que me lleva al bacon caramelizado. Este verano probé a hacer el helado de bacon caramelizado/confitado de David Lebovitz y el primer paso consiste en caramelizar el bacon. Vaya espectáculo! Cuando salieron las tiras de bacon dulce, salado y crujiente tuve que probarlas, por eso de que era un experimento. Madre mía: acababa de encontrar el santo grial!!!! La pena es que cuando se rompe en trocitos y se mete en el helado pierde algo del crujiente, con lo cual yo preferiría la base del helado servida con un "chip" de bacon caramelizado encima. De hecho estoy pensando en regalar por navidades bolsitas de golosinas hechas en casa y podría incluir un trocito de bacon caramelizado...hmmmm

En fin, la receta de hoy es de espaguetis a la carbonara - pero sin huevo porque a mi hermana no le gusta y yo reconozco que para todos los días entre el bacon y la yema de huevo si luego tienes que hacer cualquier cosa que no sea dormir la siesta, o dar un paseo son un pelín pesaditos. Aún sin el huevo son muy sabrosos y muy facilitos.


Yo uso unos espaguetis un poco más gordos que los normales, creo que son los spaghettoni nº 7 de barilla. Mientras se cuecen los spaguetis en agua salada, se doran los trocitos de bacon en una sarten con un chorrito de aceite para que suelten toda la gracia grasa. Cuando estén bien doraditos se echa un buen chorro de vino blanco y se deja evaporar el alcohol. Cuando los espaguetis estén cocidos se recalienta la salsita si los pasos anteriores se acabaron antes de tiempo, se añade un trocito de mantequilla y se vierten los espaguetis escurridos en la sartén. A continuación se aparta la sarten del fuego y se añade parmesano rayado (en mis caso en cantidades industriales porque si el señor bacon me gusta lo mismo digo del señor parmesano), la pimienta negra molida y algo de nuez moscada. Se remueve todo bien y listos. Si se quisiese hacer una carbonara tradicional se añadiría la yema de huevo al apartar la sartén del fuego para que no salgan espaguettis con tortilla francesa y se remueve todo rápidamente.


Como lo prometido es deuda y hasta ahora no he dicho nada del tal Teddy que aparece en el título, allá va un link que lo dice todo. Es una canción de Leonard Cohen que versiona este chico que canta como los ángeles y es de mis canciones preferidas.

Actualizo porque he descubierto cómo incluir vídeos (si, soy un poco parda)



martes, 23 de noviembre de 2010

Comida de verdad

Dentro de los objetivos del blog estaba el empezar a cocinar "comida de verdad" (una no puede vivir a base de galletas y tartas, o más bien no debe) y a documentar mis intentos. Hacer, voy haciendo cosas; la mayor dificultad es el sacar fotos antes de que se enfríe el plato en cuestión o incluso el acordarme de que tengo que hacer fotos cuando el hambre apremia. La verdad es que la gente que hace ésto, o tiene mucha más paciencia que yo, o un gusto por la comida templadita tirando a fría. En cualquier caso, tienen mucho mérito. Puede que por eso el primer post salado sea una medio trampa (un bocadillo) y que la foto no sea muy atractiva, pero para eso está la estilista de la página web de Jamie Oliver.

Este bocadillo, las patatas y la ensalada de remolacha que lo acompañan están basados en uno de los "30 Minute meals" de Jamie Oliver, el último programa del cocinero inglés en el que hace comidas completas, es decir, 3 platos por lo menos, en 30 minutos. A pesar de que cada vez que le ve mi abuela siempre dice: " madre mía este chico qué guarro es! no se lava las manos, lo toca todo..." a mí siempre me ha gustado y aunque este último programa no parece de lo más realista porque yo, ni tengo las 4 manos que él parece tener, ni el duendecillo que se debe encargar de limpiarle la cocina después de que la arrase, aún así me da ideas para hacer cosas más rápidamente. Ejemplo número uno: las patatas que corté en trozos pequeños, cocí en la misma sartén en la que, tras escurrirlas las salteé. Al cortarlas pequeñas consigues cocinarlas rápidamente y al hacer el combo cocción-salteado con poco aceite, quedan blanditas por dentro y con zonas doradas por fuera. Si a ésto le sumas unos dientes de ajo el resultado son unas patatas sabrosas y rápidas de hacer, así que una vez más: gracias Jamie.

La ensalada de remolacha es muy sencilla y lo bueno es que se puede hacer con ingredientes que cualquiera puede tener en la nevera. En el perrito en lugar de poner el "horseradish sauce" que pone él, puse mostaza y entre la mostaza, la salsa de pimientos, el aceite de los pimientos y los jugos de la carne queda un bocadillo muy sabroso. El toque final fue usar una barra del pain quotidien que no tiene nada que ver con la mayoría de las barras que encuentras en las panaderías normales y corrientes. La costra es crujiente, tiene algo más de sal y la miga es más contundente, lo cual viene bien para un bocadillo con salsas, aunque sea de lo poco que una se pueda permitir en el lugar de las tartaletas a 5 euros.





Por cierto, la cena: revuelto de las patatas que sobraron machacadas, con queso cheddar rayado y lo que sobró de la ensalada de remolacha . Vamos que el menú del bocadillo gourmet da mucho de sí.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Tarta de Santiago

Uno de mis desayunos preferidos es un café con tarta de Santiago. Cualquier dulce de almendra me pierde -de hecho si hubiese una competición de comer mazapán ganaría fijo. A la mayoría de la gente el mazapán o no le gusta, o si le gusta le empacha. Pues a mí al revés: las cajitas pequeñas de 6 u 8 mazapanes me duran 15 minutos. Y eso es porque al comerme tres seguidos entra en acción el sentido de culpabilidad, los guardo, y los acabo volviendo a sacar al minuto y medio.....

Aún así intento reprimirme y dosificarme para que dure más el disfrute, como cuando te comes antes los bordes del sandwich para dejar lo mejor para el final. Que quede claro que cuando digo mazapán me refiero a mazapán del bueno, el de Toledo, no a los engendros esos que vienen en bolsitas de plástico que parecen arenilla amalgamada que no hay quien se los coma.


A la tarta de Santiago le pasa un poco como al mazapán: o es buena o es otra cosa. Como la masa es básicamente huevo, almendras y azúcar y las almendras son bastante caras, en muchos sitios hacen bizcocho de almendra y no tarta de santiago, y claro, se nota. Yo no suelo ir a Galicia, con lo cual hace tiempo que no tomo una tarta de Santiago autóctona, pero mi padre es de León y cada vez que van traen o pastas o tarta de Santiago de una pastelería que se llama "la Asturiana" y que, casualidades de la vida, hace una tarta de Santiago que está para morirse. El único cambio que introducen a la tarta típica, y que yo creo que la mejora, es añadir unas almendras troceadas y tostadas por encima de la tarta antes de espolvorear el azúcar glas. Estas almendras lo que dan es una textura crujiente que queda muy bien con el interior suave y jugoso típico.





En casa llevo haciendo esta tarta varios años y la verdad es que es bastante sencilla y le encanta a todo el mundo. La receta es del Larousse de los Postres de Pierre Hermé. Las tres claves para una tarta de Santiago perfecta (a mi parecer) son: hacer la masa de debajo lo más fina posible, no pasarse en la cocción y las almendritas por encima. A veces echo la canela y el limón que viene en la receta y a veces no - para gustos los colores.






RECETA: para un molde de 24cm de diámetro
(Larousse de los postres, Pierre Hermé)

Para la masa:  50ml aceite de girasol
                      50ml leche
                      100gr harina
                      25gr azúcar
                      3gr sal

Para el relleno:  4 huevos
                        200gr almendras molidas
                        200gr azúcar
                        ralladura medio limón
                        5gr canela molida

                       Azúcar glas para espolvorear por encima
                       Almendras trozeadas para colocar encima de la tarta.

Instrucciones: 

1. Mezclar el aceite, la leche, la harina, el azúcar y la sal hasta que quede una masa suave y homogénea.
 Taparla con un paño y reposar durante 30 minutos

2. Extender la masa con el rodillo hasta un grosor de 3mm y forrar el molde desmoldable.

3. Precalentar horno a 180ºC. Trocear almendras y tostarlas en el horno.

4. Batir huevos, azúcar, canela y ralladura de limón hasta que quede espumoso.

5. Añadir las almendras molidas y mezclar bien. Colocar sobre la masa en el molde.

6. Hornear durante unos 35 mins hasta que la superficie quede dorada.

7. Dejar enfriar. Colocar las almendras tostadas trozeadas sobre la superficie y espolvorear con azúcar glas.

martes, 16 de noviembre de 2010

Chocolate chip cookies

Todo el mundo ha probado alguna vez a hacer galletas con chips de chocolate. De hecho uno de mis primeros intentos cuando era pequeña no fue de lo más prometedor. Me equivoqué y en lugar de echar azúcar eché sal.... cuando la cocina empezó a oler raro, en lugar de pensar que había hecho algo mal ya le estaba echando la bronca al prójimo: mamá!!!! no has limpiado la bandeja después de la lubina a la sal!!!!! Al sacarlas aquello no estaba ni medianamente comestible; lo cual es lógico teniendo en cuenta que había echado 100-150gr de sal, y que con una "pizca" ya has sazonado una cazuela de lentejas..... A partir de entonces la sal y el azúcar van en botes completamente distintos.
Superado el trauma de la sal (y mira que me gustan los postres de chocolate o caramelo con sal) me puse a buscar recetas de chocolate chip cookies. Buscando en google aparece ésta como una de las mejores recetas.


 


 El resultado está bastante bien, sobretodo recién salidas del horno. El exterior queda crujiente, mientras que el centro queda más jugoso y blandito. Lo mejor son los trozos de chocolate derretido y las zonas con sal. En lugar de usar chips de chocolate yo siempre troceo la tableta de chocolate que tenga a mano, lo cual es más cómodo, seguro que es más barato y puede que hasta haga que las galletas sepan mejor porque los trozos de chocolate son más grandes. El problema de estas galletas es que para conseguir las distintas texturas hay que hacerlas bastante grandes. Además no sé porqué, pero cuando me toca hacer las bolitas de masa para hornearlas empiezo haciendo bolas de un tamaño decente y acabo con pelotas de tenis. Y claro, como en el horno estas galletas se esparcen bastante salen del tamaño de una minipizza individual, y claro, cuando se las ofreces a alguien te miran asustados
Algunas semanas después descubrí a David Lebovitz y la búsqueda del santo grial de las galletas acabó aquí. El blog de este hombre me encanta porque no solo incluye recetas (todas las que he probado son fáciles y están riquísimas), también incluye anécdotas de su vida de americano expatriado en Paris, y de las cuales ha escrito un libro. Aunque a mi personalmente me caen bien los franceses, me hace mucha gracia lo difícil que se lo ponen a este hombre aunque sea solo para comprar alguna cosa en una tienda o para sacar dinero del banco.
Volviendo al tema de las galletas: la diferencia básica entre esta receta y el resto es que hay que meter la masa en la nevera unas cuantas horas o un día y que se añaden nueces tostadas. Metiendo la masa en la nevera lo que se consigue es que la mantequilla tarde más en derretirse en el horno, con lo cual las galletas no se aplanan tanto. El tostar las nueces es más importante de lo que parece. Yo de hecho antes me saltaba este paso (como me suelo saltar lo de tamizar la harina por no manchar un colador), pero he comprobado que 5 minutos en el horno hace que las nueces sepan más a nueces, así que a obedecer al maestro!!





Estas galletas no salen tan grandes y son PELIGROSÍSIMAS - vamos que aunque las saques del horno después de tres platos y postre pruebas una. Y si pruebas una repites con otra...y así sucesivamente. Tienen la mejor textura de todas las que he probado: ni se te pegan a los dientes ni las tienes que partir con u martillo, son PERFECTAS. David también es  partidario de los trozos de chocolate, más que de los chips y en estas galletas se quedan en un estado medio fundido: mantienen la forma pero al morder está medio derretido aunque lleven dos horas fuera del horno. En fin, el que a estas alturas no esté convencido de que ésta es LA GALLETA no tiene remedio...
La receta esta aquí. Yo como siempre hice la mitad, por eso del autocontrol.

viernes, 12 de noviembre de 2010

Old fashioned chocolate cake

Esta tarta es el típico dulce británico-americano que por las cantidades de azúcar que necesita parecería que solo podría gustarle a un niño de estos que se come las tabletas de chocolate de una sentada, pero la han probado no golosos y también les ha gustado - misterios de la vida....



La tarta es de Nigella Lawson. El otoño pasado, cuando descubrí los vídeos de sus programas en youtube no paré hasta verlos todos. Me pasa lo mismo con Jamie Oliver: entre lo monas que son las cocinas, las vajillas, los "kitchen aid" de colorines que siempre tienen hasta en la casa de la playa (como si costasen 20 euros y los vendiesen en los chinos)  y el acento british, sobre todo el de ella, puedo tragarme 3 programas seguidos tranquilamente. La otra razón de mi afición a Nigella es que tiene infinidad de trucos para hacer postres resultones en 15-20 minutos.
La receta, como muchas de las de éstos dos, aparece en su página web, así que no hace falta ni comprarse el libro!  El vídeo de Nigella en acción lo podéis ver aquí.

  

Lo mejor de esta tarta es que los bizcochos se hacen en nada con el "food processor" que tanto le gusta a Nigella y que en mi caso es el accesorio que venía con la "minipimer".... lo mío es el glamour!. En lo que más se tarda es en esparcer el "frosting", pero como esa es la parte más entretenida, yo no tengo quejas.


jueves, 11 de noviembre de 2010

Comienza la andadura

Llevo años visitando como loca blogs de comida y siempre he tenido ganas de crear uno propio. Al final o por falta de tiempo o por falta de confianza lo he ido postponiendo. Ahora que tengo más tiempo quiero empezar. Hasta ahora la proporción de dulce-salado que cocino es aproximádamente del 80-20 (no cuentan ni los filetes a la plancha ni los bocadillos) así que mis dos objetivos al empezar el blog son: aprender a cocinar comida de verdad y documentar mis aventuras en el mundo de los postres. Lo difícil va a ser hacer fotos de la comida antes de comérmela dada mi naturaleza ansiosa... ya veremos cómo se me da....