martes, 26 de junio de 2012

Leyendas urbanas


Gofres




Llevo un año detrás de una leyenda urbana, o más bien dos: conseguir hacer un gofre como Dios manda y hacerlo con LA GOFRERA DE LOS 8 EUROS DEL LIDL, o más bien del lidl factory (sí, aunque parezca increíble hasta el lidl tiene factory....maravillas del extrarradio....)


La leyenda empezó el año pasado, más o menos a estas alturas cuando oí que alguien había encontrado, en el lidl factory de Parla, una gofrera por 8 euros... Desde entonces la gofrera aparecía en todas mis conversaciones: ¿qué tal has dormido? bien, he soñado con una gofrera. ¿Qué vas a hacer esta tarde? buscar la gofrera, y así sucesivamente.  Ahora que por fin la he conseguido, (¡mierda! ya he estropeado el final de la historia...)  no entiendo la fascinación que producía en mi un aparato que en el fondo no es más que una sandwichera con pinchos. ¿Prueba de lo caprichosa que soy? Puede...pero ¿no te apetecen más las cosas que no tienes y que encima ves que te va a costar conseguir? Pues eso me pasa a mi hasta con la sandwichera con pinchos.


Gofres





Un día mi jefe casi me da la alegría de mi vida. Como hasta él me había oído que si gofrera por aquí, gofrera por allá y, puede que, con la esperanza de que llevase el desayuno cada mañana, me dijo un día que había encontrado la famosa GOFRERA DE LOS 8 EUROS DEL LIDL, pero que la tenía en el coche. "¿Quéeeee?" contesté yo con cara de niño recién despertado el 25 de diciembre. Casi le pido las llaves del coche y bajo a por ella, pero ganó el lado bueno de mi conciencia y me contuve... Al final subió el paquete y por fin pude ver la tan deseada caja, con la foto de la "sandwichera con pinchos". Me preparé para abrirla: mangas remangadas, babero puesto para la baba, pero ¿quién me podía preparar para la decepción que me iba a llevar?. La respuesta es nadie, nadie pudo evitar la cara de tonta que se me quedó al ver que alguna mala persona, que todavía anda por ahí suelta, ¡había cambiado mi objeto de deseo por una vulgar sandwichera con dibujos de personajes de disney o algo parecido! ESO NO SE HACE. Se puede atropellar a alguien en el coche por un despiste, o por una sobredosis de whatsapp, pero cambiar una gofrera por semejante atrocidad....NO.



Gofres




Conclusión: volvíamos al principio y cada vez que visitaba el dichoso lidl veía algún aparato o molde apañado, pero ni rastro de la gofrera. Este año una semana antes de mi cumple (17 de abril) casualmente volví al tema de la gofrera. Juro que fue casual, no tenía NADA que ver con el hecho de que una semana después me haría súper feliz abrir una caja que escondiese la tan preciada gofrera. Aquello ya se convirtió en la coñá del café: ¿a que no me traéis una gofrera? yo, visto lo difícil que había sido mi búsqueda, lo daba por imposible, pero como vacilar es gratis, ahí seguía, dandoles la tabarra a los pobres que me aguantan todos los días.



Finalmente el 17 llegó y en el desayuno no hubo gofrera - lo sabía, pero cuando a las 10.30 o así fuimos a por el café de media mañana (o redesayuno como lo llamo yo), aparece una amiga  con una bolsa del ganso....¿Una bolsa del ganso? ¿de la marca esa de las camisas y las deportivas pijas? ¿Me han comprado unas deportivas? "Ana, es normal, la gofrera no hay gitano que la encuentre, encima que te han comprado algo, pon buena cara, pedazo de desagradecida" me decía a mí misma. Me acerqué a por la bolsa y empecé a fijarme bien en el paquete: ¿tenía aquello una forma rectangular sospechosa? Si. ¿Pesaba más de lo que pesan unas zapatillas? Si. Uy madre, esto pinta bien...no sabéis lo contenta que me puse cuando, al quitar el papel de envoltorio (aishhh hasta me lo envolvieron) descubrí por fin ¡¡mi sandwichera con pinchos!!. Los pobres la habían tenido que comprar a una tienda en Francia por ebay porque aquí no había manera... Me hizo una ilusión que no os lo podéis imaginar - estuve todo el día dando brincos como una niña pequeña con una sonrisa de oreja a oreja.



Gofres



Conseguida la gofrera y después de semejantes numeritos, lo que tiene delito es que a 24 de junio solo he usado la gofrera dos veces....lo sé, soy lo peor, pero a juzgar por el ritmo de entradas de estos últimos meses el horno tampoco ha estado muy activo... El primer intento no fue del todo digno: quería conseguir el gofre belga perfecto, como los del pain quotidien: el tipo de gofre que no necesita NADA: que tiene un sabor especial y esos trocitos de azúcar cristalizado y que hace que todo huela a gloria bendita en 1km a la redonda... He dicho que quería, no que lo hiciera, ¿no? Busqué una receta de gofre de lieja (es lo que pone en el paquete del pain quotidien...) e incluso idee un método para cristalizar el azúcar basado en la experiencia del roscón de reyes: me puse cual científica, mojé algo de azúcar con un poco de agua y lo desperdigué en trozos de distintos tamaños sobre la bandeja del horno. Unos minutos en horno a no muy alta temperatura (no me acuerdo del todo...) y tuve el tan preciado azúcar cristalizado. Aquello pintaba bien, pero luego los gofres de lieja...a ver, malos no estaban, pero digamos que para comerlos solos había que tener hambre...y es que estoy llegando a la conclusión de que los gofres se dividen en dos categorías: los industriales, que llevan todos esos aromas buenos buenísimos y los artesanales de casa, con los que hay que resignarse a echarles algo de gracia por encima, cual tortita americana (pero perforada) : sirope de arce, nutella, chocolate...



Esta semana ya, resignada, me adentré en el mundo de los gofres caseros, dando por perdidos los "de mentira" y oye, estos también tienen su gracia. Como para todo lo "casero-orgánico-natural" tiro del libro "Good to the Grain", esta vez no fue una excepción. Elegí unos gofres con harina de avena y sirope de arce y la verdad es que se notaba el saloncillo dulzón de la harina y del sirope, lo cual, combinado con la textura ligera gracias a las claras montadas y la levadura...mmmmm creo que los voy a repetir.


PD: AVISO A NAVEGANTES: la combinación de una masa con levadura y claras montadas con una gofrera mal cerrada resulta en una abertura explosiva y repentina de la misma a media cocción.



Receta