domingo, 3 de julio de 2011

Un descubrimiento

La receta de hoy es una adaptación de esta receta que vi en el blog 101 cookbooks el otro día. Más que una adaptación es un plato hecho por libre a partir de esa inspiración, y estoy encantada con él. Quería hacer algo fácil que pudiese hacerse de un día para otro. Así al llegar a casa, con encender el horno y meter la bandeja preparada, en 20 minutos tenemos la comida. Sí, hay que encender el horno, pero una no puede dejar al amor de su vida solo porque las cosas se pongan un poco feas y empiece a hacer 40 grados. Además nadie te obliga a estar pegada al horno absorbiendo el calor: él hace lo suyo y tú mientras te puedes tumbar tranquilamente a leer un rato o a ver la tele.





Llevo tiempo queriendo hacer más recetas saladas, pero entre lo que me cuesta hacer la foto sin meter mano al plato y que lo poco que hago, lo hago a ojo y ni peso ni mido ni nada, al final siempre acabo poniendo menos de las que me gustaría. Además las pocas que pongo me parecen un poco chapuza: las recetas son en plan: echa un puñado o una pizca y yo soy de las primeras que se burla cuando leo una receta y veo "un puñado" porque es algo un poco relativo: vamos que si se pone LeBron James a hacer la misma receta que una amiga mía japonesa que tiene las manos más pequeñitas que he visto, no creo que les vaya a salir igual... Pero al final muchas cosas son a gusto del consumidor, así que poner 2 gr de sal también me parece un poco ridículo...






También tengo que mejorar las fotos, porque con lo ansiosa que soy me cuesta la vida no comer mientras hago la foto. Para que os hagáis una idea yo soy de las que saca la jarra de agua, los platos y los cubiertos cuando el repartidor de comida a domicilio llama al portal y hasta me siento a la mesa, para que cuando llegue ya esté todo preparado. Solo me falta estar atenta a la mirilla y abrir antes de que llame a la puerta. Eso prometo que TODAVÍA no lo hago... A pesar de lo chapucero de las recetas y las fotos os aseguro que esto está de muerte y lo puede hacer hasta alguien que no haya pisado nunca una cocina. Yo lo voy a repetir seguro, así que espero que lo probéis, también a vuestra manera. Y si encontráis caracolas tan chulas como las de mi "plato musa", que me lo digáis porque las mías parecen la hermana fea (pero más simpática).






Conchas rellenas de ricotta, albahaca y parmesano con salsa de tomate, ajo y guindilla


 Para 4 personas:

 250gr caracolas
 un bote de tomate pelado (de los grandes: 780gr)
 unos 4 dientes de ajo
 una tarrina de ricotta - creo que eran 250gr
 algunas hojas de albahaca
 parmesano recién rallado
 una guindilla
 sal
 azúcar
 pimienta
 aceite de oliva


Para la salsa de tomate

1. En una cazuela poner un chorrito de aceite y rehogar los dientes de ajo a fuego lento. Yo los corté en trozos grandes para quitarlos luego, pero también se pueden echar en trozos pequeños.
2. Cuando los ajos tengan algo de color, añadir el tomate de la lata, salpimentar, añadir guindilla al gusto y algo de azúcar para contrarrestar la acidez del tomate. Cocinar a fuego medio-alto aplastando los tomates con un tenedor.
3. Reducir hasta conseguir la consistencia deseada (esto también me parece cuestión de gustos).


Para el relleno

1. Mezclar la ricotta con las hojas cortadas de albahaca, pimienta, sal y parmesano. Para la cantidad de parmesano yo creo que lo mejor es ir probando. Os puedo decir un puñado, y que cada cual use el puñado que necesite para llegar a la mezcla perfecta.


Montaje

1. Cocer la pasta en agua con sal algo menos de lo que indique el paquete para que quede al dente. Escurrir, habiendo pasado antes por agua fría para poder rellenarlas antes de que se queden duras.
2. Rellenar las conchas con el relleno.
3. En la bandeja en la que se vayan a hornear, poner la mitad de la salsa de tomate, colocar las caracolas rellenas y el resto de la salsa de tomate por encima.
4. Introducir en horno precalentado a 180ºC, habiendo cubierto la bandeja con papel albal. Descubrir pasados 15 minutos y dejar hornear otros 15 minutos.
5. Sacar del horno y añadir parmesano rallado.







4 comentarios:

  1. Buenísimos... yo me uno en lo del horno, pase lo que pase ¡NO SIN MI HORNO!

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  2. Yo parece que soy "masoca", cuanto más calor hace más días tengo el horno encendido :-( con los calores llegan los cumpleaños familiares y por una cosa u otra el horno a punto......
    Pues por más crítica que seas contigo misma yo seguiré visitándote, no seas tan dura!!!!!!! Tus fotos están muy bien y las recetas están muy bien explicadas ;-))
    Me llevo las caracolas, el blog de Heidi también es de mis preferidos.
    Besitos

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  3. madre mia, me lo apunto!! delicioso!! un besazo!! :-)

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  4. Que pinta! Sabes? Compré esas conchas para navidad y aun no las he gastado! Todo nota! Las fotos preciosas, de mejorar nada, tienen tu estilo propio que me encanta!
    Besos

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