Lo de la lluvia en Semana Santa es como lo de pasar de cuartos hasta el año pasado para la selección española: hasta el último momento tienes esperanza, viendo que lleva un mes haciendo un tiempo casi veraniego en Madrid, pero en el fondo eres consciente de que la cosa no puede durar, de que en cuanto amanezca el jueves santo, el cielo se empezará a nublar. Consecuencia: acabas tirada en casa toda la tarde viendo a viejillas llorando en Madrid Directo porque no sale su Cristo en procesión.
Hasta el año pasado yo no entendía la gracia de las procesiones, de hecho, me acuerdo de estar viendo con mis abuelos de pequeña en la tele la salida de Jesus el Pobre de la "iglesia de la puerta pequeña" como la llamo yo porque no me se el nombre, y decirle a mi abuela (una devota, como todas las abuelas): anda, que mira que se complican abuela, por qué no guardan el paso en una iglesia con una puerta más grande o hacen un paso más pequeño y se dejan de líos? Mi abuela, aún sabiendo que se lo decía para hacerla rabiar me contestó que no respetaba nada, etc. Pero hay que reconocer que, hasta si eres un ateo convencido, ver la salida de esos dos pasos de esa iglesia, emociona. Por eso el año pasado, increíblemente, acabé yendo a ver la procesión dichosa y tengo que reconocer que me gustó: no es para todos los días, pero una vez al año no hace daño.
Total que ayer, como buena madrileña en Semana Santa, enchufé Madrid Directo para ver la salida, pero, para variar, acabé viendo a las consabidas viejillas, y no tan viejillas, llorando porque no salía el Cristo en procesión. Tras intentar dar una vuelta y ver que de mi casa a la acera de enfrente ya llevaba un litro de agua dentro de cada zapato, decidí que no me quedaba otra que volver a casa y enchufar el horno...
Tenía varias recetas que quería hacer estos días: una para aprovechar las ciruelas que compré el otro día, como buena ilusa pensando que a estas alturas del año sabrían a algo y que, viendo que no hay gitano que se las coma, había decidido usar en algún postre... Además como mi cumpleaños fue el domingo pasado, el de mi padre es este domingo y el de mi hermana el lunes, pensaba no hacer ninguna tarta por no llegar rodando al trabajo el lunes, pero como buena caprichosa que soy, vi esta receta en el libro "Baked" de los dos publicistas norteamericanos que decidieron cambiar el rumbo de sus vidas, dedicarse a su hobby y abrir un "coffee shop" en Brooklyn, y pensé: total, por lo menos con esta tarta estoy entretenida un ratito, así que me puse manos a la obra.
Esta tarta es UNA PASADA: es un malteser en forma de tarta, pero DE VERDAD, no es que sepa parecido, es que SABE A MALTESERS!!!!! y como los maltesers son un vicio para todo hijo de vecino, siempre he querido hacer esta tarta. Ya había oído que la receta de estos dos era la mejor que había y de hecho, estas navidades probé una de mi querida Nigella y, muy a mi pesar, siento decir que no le llega ni a la suela de los zapatos a ésta. El mayor problema de esta receta es que uno de los ingredientes es complicadito de encontrar, y hasta no probarla esta mañana, ni yo estaba segura de haber comprado exactamente lo que necesitaba...Se trata del "malted milk powder" que, digo yo, que se traducirá como leche en polvo malteada. Este ingrediente es lo que, en teoría hace que un bizcocho normal se convierta en el hermano gemelo del interior de los maltesers, así que hace tiempo empezó mi búsqueda del santo grial, alias la leche en polvo malteada! Que fue parecida a la búsqueda del ruibarbo: frutería por la que pasaba yo, mi madre y mi hermana, frutería en la que preguntábamos y frutero que nos ponía una cara rara. Me llegaron a decir que eso no era una fruta, sino un pescado!!!!!! Al final lo acabé encontrando en una tienda en el polígono industrial de San Sebastián de los Reyes y parece ser que los ingleses lo usan para dormir a los niños: una cucharadita del invento éste en la leche, y el diablillo se queda KO...... No sé si eso significa que la tarta esta hay que acompañarla de un café, lo que sí sé es que está buenísima y es original, así que el viaje al polígono industrial mereció la pena! Además como los maltesers casi tienen forma de huevo, es hasta una tarta para estas fechas!
Por cierto, en mi línea de apaños, me he hecho fan de los "cake stands" hechos en casa. No son tan monos como algunos de los profesionales, pero puedes variar y salen más baratos. El de la foto es el resultado de colocar un plato sobre un "candelabro" de 6 euros de ikea. El problema es que, como no lo sujeto con nada, un día de estos con lo torpe que soy se me va a caer el plato y la voy a liar parda....
En la receta voy a dar cantidades para la "mitad de tarta" porque no somos 30 en casa y porque hice solo dos pisos, pero que sepáis que los americanos, en su línea, hacen una tarta el doble de grande y de tres pisos....
PD: Tengo que reconocer que se me olvidó incorporar las claras de huevo y aún así la tarta estaba buena, así que a los que tengáis dos dedos de frente os va a salir buenísima!! (oops....)
Milk Chocolate Malt Ball Cake
Para los bizcochos
261gr harina de repostería
87gr harina
1/2 cucharada levadura en polvo
1/2 cucharadita de bicarbonato
3/8 cucharadita de sal
1/8 cucharadita de nuez moscada
2 claras de huevo grandes
116gr leche en polvo malteada
58gr mantequilla
58gr margarina (ellos utilizan vegetable shortening)
232gr azúcar
1/2 cucharada de extracto de vainilla
232gr agua fría
Para la cobertura
116gr chocolate negro
116gr chocolate con leche
174gr nata
1 cucharada de corn syrup (yo eché golden syrup)
174gr mantequilla
Procedimiento
1. Precalentar el horno a 170ºC .
2. Engrasar y enharinar los moldes.
3. Tamizar en un bol las harinas, la levadura, el bicarbonato, la nuez moscada y la leche en polvo malteada.
4. Batir la mantequilla y la margarina durante unos 3 minutos.
5. Añadir el azúcar y el extracto de vainilla y batir durante otros 3 minutos.
6. Añadir la mezcla de harina, alternando con el agua, en tres veces, empezando y acabando con la harina y mezclar bien.
7. En un bol pequeño batir las claras hasta que se formen picos suaves. No se deben batir demasiado. Añadir a la masa y mezclar de forma envolvente.
8. Dividir la masa entre los moldes y hornear hasta que estén hechos. Ellos necesitan 40-45 minutos. Yo no medí el tiempo: lo hice a ojo.
9. Para hacer la cobertura trocear los chocolates en un bol. En un cazo, hervir la nata y el golden syrup. Inmediatamente echar en el bol con los trozos de chocolate y dejar reposar durante 2 minutos. Batir hasta que quede todo bien mezclado. Dejar enfriar hasta que la mezcla alcance la temperatura ambiente.
10. Con un batidor de varillas, añadir la mantequilla y batir hasta que quede una mezcla homogénea y sedosa.
11. Refrigerar la cobertura hasta que adquiera la textura deseada y montar la tarta.
Qué pintaza tiene la tarta! me encanta, y las bolas de chocolate, el toque perfecto, me encantan! aquí también ha estado lloviendo, hoy sí han salido procesiones, hacía bastante sol, pero la noche se está estropeando
ResponderEliminarWOW que pasada de tarta, es irresistible, menuda tentación!!!! me encanta! besos
ResponderEliminarHola Ana!! Me alegro de que te guste mi blog, yo también estoy disfrutando del tuyo por primera vez! Vaya cake!! Perfecto para un día de lluvia, todo lo contrario del tiempo que hace por aquí. Un beso!
ResponderEliminarMe partia leyendo tu entrada es total! jajajaja cada año más de lo mismo y a veces digo...joer que remala soy...pero es que me parto, cada año llora que te llora... me encanta esta tarta, te ha quedado de revista, un besote Ana.
ResponderEliminarQué tarta tan rica!! Te ha quedado estupenda!!
ResponderEliminarbessiss
Debe de estar riquísima y qué bonita es. La guirnalda es una monada, estoy deseando hacer una de ese tipo.
ResponderEliminarBesos,