¿Os acordáis de la crema de calabaza que no publiqué la semana pasada, a pesar de pertenecer al mismo "menú" que las otras dos tartas? Pues como soy cabezota como yo sola y estuve super orgullosa de, no solo hacer una crema, sino de comérmela, al día siguiente de la cena me fui a por una calabaza para la re edición. Vamos, que las hay pesadas y luego estoy yo.Y digo crema porque llamarlo puré de verduras (que en el fondo es lo que es a pesar de no ser verde) tira para atrás a cualquiera. A un puré de verduras lo llamas crema, lo sirves en un bol (en mi caso 6 tazas y 4 boles desemparejados), le echas algún que otro tropezón ¡et voilá! una crema que ni el mismísimo Robuchon....
¿Qué pasó con mi calabaza comprada el domingo? Pues lo de siempre: a pesar de mis ansias iniciales hasta el jueves no tuve tiempo de ponerme a hacer la crema, pero eso sí, cuando la hice, me salió bastante más cantidad que la última vez....Esto es muy típico mio: cuando hago sopa para dos, me sale más cantidad que cuando la hago para 10. Además es raro el día que empiezo una receta y tengo todos los ingredientes. A veces, incluso me toca bajar al super corriendo a todo correr para coger algo (habiendo empezado la receta) y subo para descubrir que me he olvidado de otro ingrediente. Entonces la vecina de 4 pisos más arriba oye un gruñido, que ni un hipopótamo enfurecido y vuelta a saludar al portero al bajar, que se debe pensar que me falta un hervor.
Lo bueno que tiene la comida salada respecto a la dulce es que si no tienes una cosa, apañas la receta con otra. Que no tienes cebolla roja, pues echas de la de toda la vida, que no tienes puerro, pues echas más cebolla. Nunca te va a quedar igual, pero a veces incluso puede que te guste más la versión tuneada de la receta. En el dulce en cambio, bizcocho sin harina o sin huevos....como que no.
Como me he propuesto hacer menos dulce (lo he dicho solo unas 45 veces), tengo que buscar recetas que se puedan refrigerar/congelar y demás porque comer no como en casa y acabo cocinando cuando puedo, así que las cremas y los guisos son lo mejor: las haces, las congelas y las recalientas. Esta sopa es súper fácil de hacer, es super sana y os juro que a los 10 que cenamos (ninguno somos "muy de purés") nos gustó. ¿Sería por el chili? El picante la verdad es que siempre le da un puntito como menos de la abuela. Además tengo que reconocer que hice trampa: como el primer día que me puse a hacer la crema de calabaza resulta que tenía la mitad de la calabaza que ponía en la receta (os he avisado), decidí seguir con el resto de cantidades y pensé que, como no saldría tan dulce como la original y el cerdo (y él azúcar) lo arregla todo, echar unos tropezones de bacon confitado. ¡Ya la hemos liado! Estaba yo todo orgullosa de mi sana y requete virtuosa crema de verduras y voy y le echo bacon ¡y encima confitado! Pues si, porque un pequeño exceso entre tanta virtuosidad nunca viene mal y porque si no el pobre cerdo se me iba a sentir desplazado....
la crema de calabaza me encanta pero... lo que me ha vuelto loca es esto del bacon caramelizado, ya estoy tardando en probarlo!
ResponderEliminarPues yo esta receta la hago sí o sí!!! Menuda pinta que tiene!!! Y además como soy de las que congelan en cantidades industriales y guisan una vez cada lustro, esto de las cremas seguro que me funciona!!
ResponderEliminarBesos!
Me encanta la crema de calabaza, tiene un punto dulce que me parece buenísimo. Muy buen título de post, jeje.
ResponderEliminarYo si que suelo congelar las cremas, porque sale mucha cantidad, y porque es comidísimo.
Un beso